viernes, 14 de septiembre de 2012

Tradiciones de Halloween


Dulces:

Una costumbre muy arraigada en Halloween es la de pedir y comer dulces. Según parece la tradición comenzó en Europa en el siglo IX cuando, cada 2 de noviembre (Día de todas las Almas) los cristianos iban de pueblo en pueblo pidiendo "tortas de alma"que eran pedazos de pan dulce. Cuantas más tortas de alma recibían, más prometían rezar por la paz de los familiares fallecidos de los que les daban tal limosna. Con el tiempo esta costumbre se fue fusionando con la fiesta de Halloween hasta convertirse en otro rasgo típico de la celebración.
                                                                                                                                                                                          

Calabaza:

Aunque no se concibe una fiesta de Halloween sin esta hortaliza, la calabaza no es un símbolo propio del primitivo Halloween que celebraban los pueblos célticos de Europa. Los emigrantes irlandeses descubrieron la calabaza al llegar como colonos a América. Para conocer el origen de este fruto simbólico de la noche de las brujas y su empleo como candil terrorífico, tienes que conocer la leyenda de Jack " El Linterna".

La Leyenda de Jack "El Linterna":


No hay nadie más listo que yo, ni que sea capaz de sobrepasarme en inteligencia y astucia, gritó Jack con su media lengua adormecida por tantas pintas de cerveza. Sus compañeros de mesa, con los que solía reunirse para jugar a las cartas, y ganar según se vanagloriaba, lo miraron con desprecio y sin apenas prestarle atención, siguieron en sus asuntos.

Despreciado, Jack alzó aún más la voz, y desafiante, volvió a graznar: reto al mismo Diablo a que me demuestre si es más inteligente que yo. El silencio se apoderó de la taberna. Por un momento, ni la más áspera de las respiraciones de los variopintos bebedores que allí se reunían se escuchó, y todos, sin excepción, lo miraron con terror antes de hundir la mirada en lo más profundo de sus propios vasos. 

Jack se levantó con presteza, volcó su silla, apartó de un manotazo la mesa, tirando las cartas, y salió airado del local. Mas en el exterior topó con un caballero que vestido de negro le miraba atentamente oculto bajo un ancho sombrero. Un rápido helor recorrió el cuerpo de Jack, pero altivo como era, no sólo no aminoró el paso sino que se dirigió directamente a él. ¿Qué quieres? le espetó. Mas no hubo respuesta. Jack se dio la vuelta y se dirigió a su casa, pero a sus espaldas siempre podía sentir la sombra acechante de aquel enmascarado que le seguía. Una y otra vez se volvía, pero no alcanzaba ya a verlo.

Finalmente llegó a su casa donde se refugió. Sin embargo, ya la intranquilidad se había apoderado de él. Una y otra vez se asomaba a la ventana, y ahora sí, siempre, al otro lado, aparecía la siniestra figura de aquel hombre de negro. Sobreponiéndose, volvió a salir, y una vez más le preguntó, ¿quién eres y qué quieres? Una voz profunda y gutural restalló en la oscuridad de aquella siniestra calleja del pueblo.

Los cielos parecieron cerrarse aún más, y de lo más profundo de su boca, unas palabras sibilantes pudieron oírse. Soy el Diablo y estoy aquí pues hasta mis oídos ha llegado el rumor de que te consideras más inteligente que yo.
Aunque asustado, Jack supo encontrar dentro de sí su caracter más vivaz y despierto, y echándole el brazo sobre los hombros lo invitó a marchar juntos al bar. Durante horas y horas estuvieron hablando y bebiendo; jugaron a las cartas, y finalmente, cuando el Diablo le comunicó que se lo llevaría al infierno para purgar todos sus pecados de soberbia, Jack lo invitó a una última ronda.

Al ir a pagar, se encontró sin dinero, y entre bromas, retó nuevamente al Diablo. Demuéstrame tus poderes, si eres capaz. Conviértete en algo pequeño, en una moneda, por ejemplo.
El Demonio, picado en su orgullo, así lo hizo, momento que Jack aprovechó para guardársela en el bolsillo donde previamente había escondido un crucifijo de plata. Viéndose atrapado allí, el Diablo hubo de concederle un deseo. Taimado como ninguno, Jack le pidió no volverle a ver hasta el año siguiente, tiempo durante el cual le dejaría en paz, asegurándose así un año de vida.

Un año más tarde, y sin faltar a su cita, el Diablo volvió a aparecérsele. Esta vez no habría partida de cartas, ni risas, ni borracheras. Simplemente se lo llevaría con él a los infiernos. Pero de nuevo Jack volvió a pedir su último deseo antes de morir. Bien es sabido que los deseos de quienes están a punto de pasar a otra vida, deben concederse, de modo que el Diablo, una vez más, volvió a ceder.
Quiero una última cena. Llevo tiempo detrás de comerme la manzana que está en la copa de aquel manzano. Es la más jugosa y la mejor cuidada, y me gustaría disfrutar de ella antes de partir.
El Diablo subió, pero nuevamente, Jack, volvió a jugársela tallando en el tronco del árbol una cruz para que no pudiera escapar de él. Desesperado y sintiéndose engañado una vez más, hubo de verse obligado a concederle un deseo a cambio de su libertad. Esta vez no volvería a presentarse hasta diez años más tarde.

Pero quiso el destino que Jack no llegara a cumplir aquellos diez años, y murió mucho antes. Altivo, malvado, orgulloso y soberbio,  era imposible que Jack pudiera atravesar las puertas de San Pedro, y así, al llegar a ellas, fue defenestrado a los infiernos.

Pero he aquí que el Pacto seguía aún vigente, y era imposible que el Diablo y él pudieran encontrarse antes de diez años. A las puertas del infierno, a Jack se le proveyó de un nabo hueco y dentro una pequeña vela con la que alumbrar su eterno camino por el mundo existente entre el cielo y los infiernos, entre el bien y el mal.

Aquel espíritu ha sido visto repetidamente en la noche de Halloween, siempre vagando, con una luz en sus manos y como alma en pena. El espíritu de Jack el Linterna ha acompañado siempre a quienes en esa mágica noche se aventuran a pasear por calles oscuras, siempre pendiente de hacer su próximo truco o de cerrar su siguiente trato.

Noche de Brujas:

También en Halloween, se celebran la denominada Noche de Brujas, que cuenta una antigua leyenda las viejas brujas hacían una reunión en dos ocasiones durante el año: el 30 de abril y el 31 de octubre. Satán realizaba la convocatoria y ellas acudían montadas en sus escobas, como las configura la tradición popular, para compartir hechizos y sabiduría negra en aquellas fiestas macabras, llamadas akelarres.

Hoy en día la noche de Halloween es reconocida por todos los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como víspera del año nuevo para la brujería. Para muchos, es la noche en que los poderes satánicos y de brujería están en su nivel de desarrollo más alto. Es lógico pues que sus ritos se hayan ido mezclando con la celebración actual del Halloween, hasta el punto que Halloween es denominado igualmente "the night of Witches" (la noche de las brujas).

La palabra "bruja", en inglés, "witch" deriva del viejo término sajón "wicca, o "sabio". Y es que se pensaba que las brujas, al ser poseedoras de la magia, poseían también la máxima sabiduría.

Las brujas son adoradoras de las deidades de la naturaleza y poseen talismanes vivos o símbolos por los que ellos sacan sus poderes oscuros. Invocan a los más malévolos espíritus para entrar en los cuerpos de sus talismanes. Unas tienen perros, búhos, las serpientes o cerdos como símbolos de su poder, pero el talismán más común es el gato.
En estas creencias negras, el palo del escobón es un símbolo del falo masculino, sobre el que la bruja monta y da saltos.

Disfraces de Brujas

Los Gatos Negros:

Si el gato era considerado símbolo de la divinidad entre los egipcios, los celtas, por el contrario, desarrollaron un miedo particular a este mítico animal, pues creían que los gatos negros era la forma felina en que algún poder demoníaco había transformado a una persona, es decir, los gatos eran personas malditas.

En la leyenda, la diosa céltica Wicca se convierte en un gato negro para cometer el incesto con su hermano, Lucifer.

Se dice que el cuerpo del gato negro no es más que el disfraz que utilizan las mismas brujas para pasearse tranquilamente por la ciudad, para pasar desapercibidas. Por eso una de las tradiciones de Halloween advierte que si un gato negro se te cruza por delante en esta noche la mala suerte caerá sin remedio sobre tu cabeza. ¿Sin remedio? No!!, hay un antídoto: cuando te pase eso da inmediatamente siete pasos hacia atrás y ¡maldición conjurada!

Morder la Manzana:

Al parecer "morder la manzana" ha sido siempre el símbolo de buena fortuna La primera persona en morder una manzana sería la primera en casarse al año siguiente. La peladura de la manzana sería una adivinación de lo largo que sería su vida. Más macabros, en Escocia se ponen manzanas en la puertas y quien las tocaran o tirara en la noche de brujas estaba destinado a morir al año siguiente.

Las Hogueras:

La noche del 31 de Octubre los druidas erigían una enorme fogata de año nuevo (para ellos el año nuevo, la nueva vida, el aumento de sus poderes ocurría la noche de Samhain). Quemaban animales, fogatas y seres humanos como sacrificio a su Dios sol y a Samhain, su divinidad de la muerte. Durante esta ceremonia diabólica la gente usaba disfraces hechos de cabezas y pieles de animales. Entonces practicaban adivinación, saltaban sobre las llamas o corrían a través de ellas, bailaban y cantaban. Todo esto era hecho para ahuyentar a los malos espíritus.

Sus máscaras con sangre coagulándose y sus grotescos disfraces servirían para verse ellos mismos como espíritus malignos, y así engañar a los espíritus que entrarían ese día al mundo de los vivos y evitar ser lastimados por ellos.

Otros Símbolos de Halloween:


Búho: símbolo de oscuridad. Los brujos usan el sonido de este animal para ahuyentar según ellos, los poderes de las tinieblas. Tienen su imagen como amuleto de buena suerte.

Sapo: Fue una de las plagas enviadas por Dios sobre el pueblo egipcio, ya que ellos lo consideraban sagrado y le rendían culto.

Vampiros: En la época de los druidas los demonios eran representados por esta figura. Luego ya sabéis toda la mitología de Drácula y de los chupacuellos.

Gatos: Era una deidad en las culturas paganas antiguas, en la brujería es utilizado para realizar toda clase de prácticas satánicas; era adorado en la ciudad de Éfeso en la era cristiana.

Máscaras: Son caras falsas o rostros que muestran lo que realmente no es una persona, la usaban los bufones para hacer reír a los reyes de Roma.

Media luna y las estrellas: Usadas en las prácticas del ocultismo, brujería, magia y símbolos adoptados por la " nueva era" según ellos nos encontramos en la era de "acuario" (astrología, creencia en los astros).

Bolas de cristal: Utilizadas por los astrólogos y nueva era, también poseen similitud a las prácticas donde se emplean cuarzos, pirámides, péndulos para según ellos traer buena suerte o magnetismo positivo y producir hipnotismo.


Calaveras

Lapidas

Red Tenebrosa

Vampiros


miércoles, 12 de septiembre de 2012

Historia de Halloween

La palabra "Halloween",  es usada como tal por primera vez en el siglo XVI, y proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows' Even", que significa «víspera de Los Santos Inocentes».


Halloween, también conocido como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, es una fiesta de origen celta que se celebra principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda, el Reino Unido y en países no anglosajones como México y Colombia en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos. En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.

Disfraces Halloween


Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura historias de miedo y el visionado películas de terror.

Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya se celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de las celebración.
                                                            

POMONA


En una época en la que predominaban las festividades «paganas»,9 los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.

Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense y canadiense. Algunos países latinoamericanos, conociendo aún esta festividad, tienen sus propias tradiciones y celebraciones ese mismo día, aunque coinciden en cuanto a su significado: la unión o extrema cercanía del mundo de los vivos y el reino de los muertos. En Europa son muchas las ciudades en las que los jóvenes han decidido importar el modo con el que Estados Unidos concibe Halloween celebrándolo con fiestas y disfraces. Aunque en algunos lugares, como Inglaterra, la fiesta original ha arraigado de nuevo.


En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.

La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión. En 1978, se estrenaba en EEUU y en el mundo entero La Noche de Halloween de John Carpenter; una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror de serie B; con innumerables secuelas e imitaciones.

Se dice que la noche de Halloween, la puerta que separaba el mundo de los vivos del más allá se abría y los espíritus de los difuntos hacían una procesión en los pueblos en los que vivían.
En esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.

Realmente, aunque se ha generalizado la traducción «truco» en castellano por el inglés «trick» y «trato» literalmente por «treat», en el caso del «Trick-or-treating» no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo «susto o dulce» o <<travesura o dulce>>.


En la actualidad, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «truco o dulce» o «travesura o dulce» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.


En México existe una versión denominada Calaverita en la que los niños preguntan ¿me da usted mi calaverita? en lugar de ¿Truco o Trato? refiriendose a un dulce con forma de calavera.


Originalmente el Truco o trato (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu, él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta.

Algunos Trajes para Halloween: